lunes, 28 de marzo de 2011

El Reino Plantas


Las plantas se originaron a partir de un grupo de algas verdes hace, aproximadamente, 500 millones de años. Fueron los primeros seres vivos que colonizaron el medio terrestre.
En su mayoría, las plantas presentan alguna parte  de color verde y, por lo general, se haya adaptado al medio terrestre y viven fijas al suelo sin desplazarse.

Las plantas no necesitan comer otros seres vivos para obtener alimento, ya que son capaces de fabricarlo ellas mismas mediante un proceso que se conoce como fotosíntesis.

Este proceso se realiza en los cloroplastos de las células vegetales, donde existe una sustancia, la clorofila, que capta la energía solar. Junto con agua, sales minerales y dióxido de carbono, esta energía se utiliza para producir materia orgánica. En este proceso se desprende oxigeno.

Las plantas son seres vivos pluricelulares que fabrican su propia materia orgánica mediante un proceso conocido como fotosíntesis, razón por la que se duce que son seres autótrofos.

La materia orgánica producida en la fotosíntesis no solo se utiliza para regenerar las estructuras celulares, crecer, etc sino que también se emplea en la respiración.

Durante este proceso, que tiene lugar en el interior de la célula, se consume oxigeno y se desprende dióxido de carbono a la vez que se produce energía. Esta energía la utiliza la planta para seguir realizando sus funciones vitales.
El agua y las sales minerales que las plantas absorben por las raíces forman la savia bruta, la cual asciende hasta las hojas, donde se transforma en savia elaborada. Esta se compone de las sustancias orgánicas fabricadas en el proceso de fotosíntesis disueltas en agua, y luego se distribuye por toda la planta.

En la mayoría de las plantas, el transporte de la savia se produce por el interior de unos conductos que reciben el nombre de vasos conductores.


La presencia o ausencia de conductos para el transporte de la savia es uno de los criterios utilizados  para clasificar las plantas. Así, algunas, como las hepáticas, no poseen vasos conductores, y en otras, como los musgos, estas estructuras son muy sencillas. El resto de las plantas, sin embargo, presentan unos conductos bien desarrollados y rígidos que les permiten, además, mantenerse erguidas y adquirir mayor tamaño. En este último grupo se encuentran los helechos, las gimnospermas y las angiospermas.











Otro criterio de clasificación, como la presencia y ausencia de flores, permite dividir las plantas en dos grupos: sin flores y con flores y semillas.